Una vez más, después de casi una década, el pantalón acampanado regresa para controlar el mundo y resplandecer en las calles, escaparates, y desfiles. Quizás algunas teman o se nieguen a usar esta prenda, pero al mirarla y pensar en el asombroso outfit que podemos lograr, es posible cambiar de idea. Lo más encantador que tiene la pieza es el poder de adaptabilidad con infinidad de telas y estampados. Recordamos los jeans o vaqueros de «bota ancha» y de tiro bajo, muy bajo que arrasaban en el primer decenio de los 2000. Sin embargo, ahora la situación es diferente gracias a la reinvención que han propuesto diversas marcas.
El pantalón acampanado de tiro alto es el modelo ideal que favorece a mujeres altas y bajas, sobre todo si tienen el atributo estrella que embellece aún más a la prenda: buenas piernas o lo suficientemente proporcionadas para rellenar el pantalón. Pero, no vamos a dejar por fuera a las más delgadas que también pueden ser el punto de mira al lucir la pieza. De acuerdo con Google Trends, en Estados Unidos, el rango de búsqueda de «pantalones acampanados» en el 2007 obtuvo un porcentaje elevado. Para junio de 2019 el índice fue aún más alto. Y si damos un paseo por las tiendas en este instante podemos toparnos con millones de modelos que, sin duda, seguirán en boga.
Pero, aún hay más. El teñido tie-dye ha sido un must have durante lo últimos meses, cuyo proceso de pigmentación es magnífico y fácil de realizar desde casa. Una de las prendas de preferencia, aparte de las camisetas, han sido esos jeans acampanados a los que le han aportado brillo —y vida— sumergiéndolos en lejía. Toda una obra de arte que ha ganado un protagonismo peculiar. Asimismo, está prohibido prescindir de los icónicos estampados como el animal print, los lunares o los cuadros Vichy, ideales para conseguir la más sencilla excentricidad con una sola prenda.
A continuación recopilamos los modelos que han causado fascinación, distinción y versatilidad:
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