La luz del día fortalece el alma

Ahora que nos encontramos confinados de manera involuntaria pero responsable, es difícil recibir un rayito de luz natural dentro de las cuatro paredes que sostiene nuestro hogar. A pesar de las repetidas veces que nos han recordado la importancia de proteger la piel del sol, ha llegado el momento de conocer los beneficios que aporta esta esfera luminosa en el organismo. No obstante, como todo tiene su parte positiva y negativa, es imprescindible no abusar y así poder evitar efectos secundarios perjudiciales para la salud. 

Un día radiante posee el poder para mejorar nuestro estado de ánimo y sentirnos más activos como si el cerebro respondiera más rápidamente frente a los rayos del sol. Sin embargo, no todo se enfoca en la salud mental, pues el resto del organismo también se beneficia cuando se topa con un cielo azul e iluminado. Ojo, esto tampoco quiere decir que tenemos que pasar largas horas en la playa — o en el balcón de la casa — sin usar protector solar

Tiempo reconstituyente

Aparte de reducir el estrés y desatar emociones positivas, el sol proporciona vitamina D al organismo. Unos cinco o diez minutos de exposición serán suficientes para revitalizar el cuerpo y nutrir cada poro de la piel. Un estudio de 2012 publicado por la Revista Española de Nutrición Humana y Dietética, indica que el sol emana radiación ultravioleta tipo B (UVB), la cual aporta una gran cantidad de vitamina D a las personas que reciben rayos de luz continuamente. 

El sistema inmunológico también tiene como aliado estrella al sol, puesto que las defensas se maximizan cuando nuestra piel es besada por la luz natural. Además de estimular las defensas, también equilibra el colesterol y mejora la calidad del sueño debido a los efectos que causan los rayos UV en la melatonina, la hormona que se encarga de regular los ciclos de sueño. Quizás esa podría ser la razón por la que dormimos como reyes luego de un largo día de playa o piscina

Con precaución

Los pros son lo suficientemente acertados para correr y pasar un día entero debajo del sol, pero es importante conocer los contras en esta situación. Los rayos ultravioletas pueden causar estragos en la piel como la aparición de manchas y arrugas antes de tiempo. Por ello, es ideal usar protectores de 50 SFP y no exceder el lapso por más de 30 minutos.

Por otro lado, una dieta rica en frutas y la ingesta de vitaminas es fundamental tanto para la piel como para incrementar las defensas. Convirtamos en moda las recetas a base de kiwi, limón, naranjas o mandarinas, así como el uso de cremas protectoras. 

Tantos días tolerando el encierro nos produce ansiedad, estrés, y por supuesto, más ganas de comer, así que si ves rayitos de sol desde tu ventana, no dudes en exponerte unos cinco o diez minutos, pues de esta manera la sensación será placentera y relajará un poco el cuerpo y la mente. 

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