Los looks fetichistas no solo son exclusivos para la intimidad, o así nos lo ha dado a entender las colecciones de 2021. Parece que el látex y el cuero han reemplazado al ‘athleisure’ y toda la comodidad que hace nada era nuestra «única» opción al momento de crear atuendos. La estética sado ha dominado de manera inesperada desde distintas casas de moda y es un grito de libertad en plena transición post-pandémica.
Aunque cubrirnos en látex, cuero y llevar un arnés como complemento parezca una novedad, lo cierto es que estas nuevas líneas nos hacen viajar en el tiempo, justo a la colección ‘Miss S&M’ de Versace de 1992. Una presentación atrevida que exalta una estética sado representada por corsés y correas con detalles dorados que adornan el cuerpo de las modelos. La firma italiana ensalza sin tapujos el poder sensual que expresa este tipo de indumentaria desde sus inicios. Pues, a finales de los setenta con Italia como meca de la moda, Gianni Versace introdujo un estilo más irreverente, osado y colorido que dejaba entrever la oda a la sexualidad.
En el lujo y en el ‘fast fashion’
El sadomasoquismo ya había tenido una faceta importante en la moda, a pesar de que no era tan obvia como la de ahora. Prendas que, incluso pueden denominarse “atemporales”, como las botas de tacón alto, los corsés, los pantalones super entallados de cuero o las tachuelas. Piezas que ligadas a un solo look, dan pie al renacimiento de dominatrix. De ese modo la moda fetichista ha estado entre nosotros/as todo este tiempo, que no era necesario ir a una ‘Sex Shop’ para conseguir un outfit con estilismo ‘bondage’.
Pero la estética sado va más allá, es una realidad en la moda, en las firmas de lujo y en el fast fashion. Tras analizar las recientes colecciones de casas de moda como Gucci o Richard Quinn, es casi obligatorio mencionar a Atsuko Kudo, una marca fetiche que diseña conjuntos de látex, o a Maya Hansen experta en corsetería excéntrica y sensual. Madonna se enfundó de látex de la mano de Atsuko Kudo para los MTV VMAs de este año, dejando claro que el estilismo ‘bondage’ es una tendencia clave de esta temporada.
Sumisión, control o libertad: ¿Cómo podemos interpretar la reaparición de la moda fetichista?
Quizá la moda nos está recordando lo sumisos que hemos sido durante la pandemia, de usar una mascarilla obligatoriamente, de enfrentarnos ante un virus que, en millones de casos, ha sido incontrolable. Por otra parte, algunas celebridades que han lucido recientemente la estética sado a través de sus atuendos, transmiten un nuevo comienzo en el que tomamos el control de nosotros mismo y la libertad sexual con etiqueta de diseñador.
Las colecciones de otoño-invierno 2021 realzan la creatividad en su máxima expresión con nuevos formatos y diseños imponentes. Gucci con látigos y arneses, Vetements y la imagen de una modelo atada o Richard Quinn con máscaras, látex y dominatrix como protagonista. Y no podemos dejar de mencionar a Dior y su colección Crucero 2022 donde ha presentado un arnés que atavia camisas y vestidos.
La temporada experimenta con nuevas colecciones que han reinventado estilismos de forma atrevida y arriesgada. Dior, con estilo mitológico y una estética más fresca y romántica, presentó en su colección Crucero 2022 piezas clave del fetichismo como un arnés de piel de becerro con tachuelas y perlas, y cinturones ideales con la misma característica.
Y como las firmas de lujo son pura inspiración, la estética sado ha hecho acto de presencia en diferentes eventos a lo largo de este año. Hemos visto a una Kim Kardashian tapada de pies a cabeza por Balenciaga, a Iris Law con un vestido negro de aire bondage, o Ashanti con un atuendo muy arriesgado pero que denota a la estética fetichista como nunca antes vista en una alfombra roja.
